En primer lugar, muchas gracias a Josefina por enviarnos esta crónica y estas fotos sobre su experiencia en el Metro de El Cairo.
El metro en El Cairo es limpio y rápido nada que ver con el caos de las calles.
Solo éramos ellos y nosotros en los dos días que lo cogimos no vi ni un solo turista, hasta ellos se sorprendían de vernos.
Son muy amables, cuando se iban a bajar me cedían su asiento con un gesto o me tocaban la mano para que me sentara.
En los dos primeros vagones del metro solo iban mujeres, subíamos a partir del segundo y había alguna mujer pero casi todos eran hombres.
Los trenes tardan entre 1 minuto y 1/2 y 2′ en llegar.
El mayor problema para nosotros los turistas es que en el centro de El Cairo los nombres de las estaciones del metro están en dos idiomas (árabe e ingles),y luego solo en árabe. Para saber donde bajarte contábamos las estaciones y disponíamos de un plano que imprimí de Internet. Comparando su plano y el mío en ingles, lo descifraba. En el anden de cada estación hay un plano del metro en árabe.
Otro inconveniente que vimos es que cambian el nombre de la estación pero no los carteles en todas partes. Entonces te puedes liar a la vuelta, porque la estación a la tienes que volver, ya no aparece, tiene otro nombre (por ejemplo, subíamos en la estación «opera» y al volver era «gezira»).
Las líneas de metro no tienen colores, a lo mejor lo pone en su idioma y yo no me entere, sin embargo en el plano que yo llevaba si tenían tres colores: las tres líneas amarillo, verde y rojo; todas las letras de todas partes eran de color azul.
En el centro de El Cairo el metro es subterráneo, después es exterior (poniendo el centro en el museo egipcio, a partir de la 4 estación sale al exterior).
No hacia calor dentro de los vagones y no olía a humanidad como ocurre aquí muchas veces, esto si que me sorprendió después de haber visto tanta basura.
Estaba bien iluminado y los tickets se compran en taquilla al precio de 1 libra egipcia. Cada viaje cubre hasta 9 estaciones, al salir tienes que colocarlo para que te habrá y se traga el billete.
Los enlaces entre estaciones no son muy largos al menos los que hicimos.
Tienen escaleras automáticas de subida y bajada, no vi ascensores. No me pareció demasiado profundo y atraviesa el Nilo por debajo.
Las fotos de esta crónica pertenecen a Josefina Marti. Muchas gracias por darnos permiso para su publicación
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