Crónica de un viaje a Egipto: 3 DIA, Edfu – Luxor
Viaje a Egipto: el Gran Templo de Amon
El tercer día de nuestro viaje a Egipto, comenzó como casi todos los otros: con una llamada de teléfono más bien temprana (6:30). Estábamos tan ilusionados, que no nos importaba dormir poco. Excepto el primer día en el barco, que estábamos muy nerviosos, los demás días dormimos como troncos. En el barco no escuchamos ni un ruido, y la verdad, es que los tapones para los oídos que nos compramos, se quedaron en la caja.
Después de desayunar, tan bien como siempre, desembarcamos del barco, que durante la noche había navegado desde Kom Ombo hasta Edfu, donde íbamos a visitar el Templo de Horus.
En el embarcadero, nos estaba esperando la primera de las calesas que íbamos a tomar en nuestro viaje a Egipto. ¡Menuda experiencia!. Nos montamos Merche, Chechu, Juanjo y yo, en un espacio bastante reducido, con un calesero bastante mayor y un caballo (¡pobrecito!) en bastantes malas condiciones. Después de 15 minuto de viaje bastante movido a través del centro de Edfu (pasamos muy cerca del mercado), llegamos al Templo de Horus, con todos nuestros compañeros de viaje sanos y salvos (sólo eramos unos 30 en el barco).
Este es un templo que realmente impresiona por sus dimensiones (137 m de largo y la entrada monumental tiene 79 m de ancho y 36 de altura).
La visión de las salas hipóstilas con sus columnas, nos estaban preparando, para lo que íbamos a ver en Karnak por la tarde.
El viaje de vuelta en calesa fue igual de «interesante» y volvimos a embarcar en nuestro barco, que partió inmediatamente hasta Esna, donde tuvimos que atracar, ya que la esclusa de Esna estaba cerrada por mantenimiento (realizan el mantenimiento dos veces al año). Desde la agencia viajes en Madrid, ya nos habían advertido de este hecho, por lo que no nos sorprendió cuando Hamet nos comento, que después de comer íbamos a tomar un autocar desde Esna hasta Luxor para visitar el Conjunto monumental de Karnak y el Templo de Luxor.
Después de 1 hora en el autocar ( hay unos 50 km de Esna a Luxor y aquí nos empezamos a dar cuenta de la manera en que conducen los egipcios), llegamos al Conjunto monumental de Karnak, uno de los más impresionantes de todo Egipto.
Sin duda, la gran Sala Hipóstila, del Gran Templo de Amon, que esta precedida de una puerta enorme (foto), es impresionante: 134 columnas nos rodean por todos los lados y te hacen sentirte la persona más pequeña del mundo, en comparación con los faraones de Egipto. Esta sala fue construida durante la XVIII dinastía y en la decoración, aparecen los cartuchos de Ramses I, Seti I, Ramses II, Ramses IV y Ramses V.
El Gran Templo de Amon, tiene en total 6 pilones: ¡increíble!. Las dimensiones del conjunto no se pueden describir!.
Como anécdota, Merche y yo dimos cada uno tres vueltas y media, alrededor de un gigantesco escarabajo de granito construido por Amenofis III, ya que Hamet nos comento que si dabas 7 vueltas se cumplía el deseo que pidieras (solo dimos 3 vueltas y media cada uno porque íbamos agarrados de la mano y el deseo era el mismo…¡jejeje!).
También merece la pena visitar, aunque hay que pagar de nuevo otra entrada, la zona, según se entra en el templo, que nos encontramos a la izquierda (hay una caseta de madera y te impide el paso una cuerda): El museo al aire libre, donde nos encontraremos interesantes relieves y varios edificios.
Después de esta visita, volvimos a montar en el autocar y nos pararon en una tienda de joyas…No compramos nada, nos pareció todo muy caro, y ademas, después de habernos dejado la pasta en la tienda de esencias, no queríamos volver a caer. Lo que si nos sorprendió, es la cantidad de cosas que compraron 4 mexicanos..¡increíble!. Días después, nos fijamos que compraban constantemente en todos sitios…Mucha gente del grupo se quejo de lo mucho que duro esta parada.
Después de esta parada «facultativa», nos dirigimos al Templo de Luxor (le vismo de noche: ¡Impresionante!). De este templo nos fastidio que el segundo obelisco de Ramses II, estuviera en la plaza de la Concordia en París…en fin, ¡con lo bonito que habría quedado en Luxor!
Impresiona mucho ver la Mezquita de Abu el-Aggaq dentro del templo y situada a unos 10 metras por encima del nivel del suelo.
Terminada la visita, volvimos por carretera a Edfu, para dormir en el barco. Esta parte no la entendimos muy bien: ¡nos podíamos haber quedado ya en el Hotel de Luxor!.
Deja una respuesta