El Cairo, la capital de Egipto es una de las ciudades más grandes planeta. Con casi 8 millones de habitantes en su centro urbano y más de 15 millones contando con la periferia. Es la ciudad más grande África de Oriente Medio y la única ciudad de África que dispone de metro.
Esto no nos tiene que echar para atrás. En general los egipcios son muy, muy amables (y con los turistas más), por lo que vamos a poder ver El Cairo con toda tranquilidad.
La mejor manera de moverse por El cairo es el taxi. Por un precio muy razonable (de 100 a 150 libras egipcias, dependiendo de donde vayamos) podemos tener un taxi todo el día a nuestra disposición que nos llevara a todos los sitios turísticos de la ciudad.
Tampoco nos tiene que echar para atrás el precio de los vuelos, ya que con las lineas de bajo coste, estos se han reducido considerablemente.
Algunos de los sitios más interesantes que puedes ver en El Cairo y alrededores son:
* Las Pirámides de Giza.
* Menfis y Sakkara
* Dashur
* El Museo Egipcio
* La Ciudadela
* La Madraza del sultán Hassan
* Mercado Khan el-Khalili (junto con el Cafe Fishawi)
* La Iglesia colgante
* La Iglesia de San Sergio
* El museo copto
* La iglesia de la Virgen María en Zeitum.
* Mezquita de Amr Ibn El Aas
* Mezquita de Ibn Tulun
* Mezquita de El Azhar
* Mezquita de Mohamed Ali (o de Alabastro)
Además, desde El Cairo nos podemos desplazar a multitud de localizaciones cercanas (unos 200 Km) como por ejemplo: La ciudad de Alejandría, El Oasis de El Fayum.
Un posible recorrido para visitar en taxi El Cairo en 2 o 3 días, podría ser el siguiente:
PRIMER DÍA VISITA A EL CAIRO
1.-las Pirámides de Giza. Hay que llegar antes de las 8:00 para poder entrar en la Pirámide de Keops. No hay que olvidarse del Museo de la barca Solar.
2.- Menfis donde podemos ver la Estatua colosal de Ramsés II y Sakkara, donde podremos ver la Pirámide Escalonada o de Zoser
3.-Comida: Es recomendable llevarse algo de comida para picar ya que podría ser complicado encontrar algo en esta zona
4.- Dashur a unos 10 km de Sakkara, y a unos 20 km de El Cairo donde podemos ver la pirámide romboidal y la pirámide roja.
SEGUNDO DÍA VISITA A EL CAIRO
1.- Museo Egipcio y comida en los alrededores.
2.- Ciudadela y la madraza del sultán Hassan.
3.-Mercado Khan el-Khalili para ir de compras y visitar el famoso Cafe Fishawi.
TERCER DÍA VISITA A EL CAIRO
1.-Museo Copto
2.-Mezquitas e iglesias de El Cairo
3.-Descansar en el hotel 🙂
Tambien podría incluírse hacer una clase de introduccion al la Danza del Vientre con Amora Dance Company
Las clases que Amora Dance Company hacen son:
– Danza Oriental y Danza del Vientre con Amora Shams
– Danzas Antiguas y Danza Faraónica con Alia Shams
– Danzas Tradicionales Flokloricas Egipcias con Hanna o Samir Hesan
– Danza Sufi Tanoura con Sherif Shiku
Enseñamos a estudiantes de todos los niveles.
También hacemos cursos de 9 horas intensivas entregando un Certificado de Nivel al final de cada curso.
Todas las clases y cursos son organizados a nivel privado exclusivamente para encajar, si no ha sido reservado anteriormente, con los horarios de las alumnas que asisten.
Visite nuestra web: http://www.amoradance.com
He tenido la suerte de conocer a Samir Ahmed en un viaje organizado a Egipto en noviembre pasado. Es un hombre culto e inteligente que ha hecho que nos enamoremos de este pais. Es el mejor guia egipcio. En unas de las visitas a los maravillosos monumentos nos explicó que se necesita fe para realizar semejantes obras, me quedé con ganas de contestarle, pero en aquel momento era muy interesante su charla, al fin y al cabo estábamos de viaje turístico. Ahora que me sobra tiempo le diré que la fé, en religión, sirve para que los que viven bien sigan igual o mejor, y los demás igual o peor esperando eternamente mejorar. Los egipcios son la gente más maravillosa que he conocido, pero es un pueblo con mucha fe, si no cambian será siempre la miseria su compañera para la inmensa malloría de la población
Hola, conocí a Samir Ahmed Hiweg, lo tuve como guía en un viaje que realicé a Egipto hace varios años, es una persona amable, hospitalaria, sencilla y con un excelente manejo de de la lengua castellana o español como decimos en mi país. Se preocupa por dar todo de su saber y amor por su pais al turista.
Ligia. Colombia
Los primeros egipcios eran monoteístas
En la célebre obra francesa El Principito, el protagonista observa su dibujo y ve una serpiente, una boa que ha devorado a un elefante. Sin embargo, los adultos sólo ven un sombrero. De modo similar, nosotros solemos mirar las esculturas, viñetas, estatuas e imágenes del Antiguo Egipto —cargadas de simbolismo— y concluimos, erróneamente, que los egipcios eran politeístas.
Este malentendido nace, en gran parte, de la inadecuada traducción del término neterú como “dioses”. En realidad, esta palabra se refiere a atributos divinos o manifestaciones del Dios único. Los antiguos egipcios poseían un profundo sentido moral y una cosmovisión que integraba el cielo, el tiempo y los ciclos naturales —como las inundaciones del Nilo— en su comprensión del mundo. Aunque sus creencias evolucionaron con el tiempo, desde sus orígenes apuntaban a una forma de monoteísmo místico.
Además, formularon tres teorías sobre la creación del universo, que no son incompatibles entre sí, sino diferentes maneras de representar un mismo proceso creador. Quien esté familiarizado con los planteamientos del judaísmo, el cristianismo o el islam reconocerá en estas teorías egipcias paralelismos claros: todas buscan responder quién o qué es el Creador.
En este contexto, el faraón gobernaba en nombre de un atributo divino específico, el cual se escogía según las necesidades, circunstancias o valores predominantes de la época. Cada uno de estos atributos se personificaba en una figura simbólica: Un ser primigenio que encarnaba una virtud deseada por el pueblo y, a la vez, un aspecto del único Dios.
Así, el pueblo egipcio veneraba y protegía con esmero a estas figuras simbólicas, convirtiéndolas en emblemas nacionales y modelos morales. Cada una representaba un valor, como la sabiduría, la valentía, la compasión o incluso la firmeza ante los enemigos.
El sol, la luna, el cielo, el Nilo, la flor de loto, la cobra, la vaca, el halcón, los primeros seres humanos… todos ellos eran honrados no como dioses independientes, sino como expresiones de la voluntad del Dios único. Cada elemento de la naturaleza y cada figura venerada representaba una característica específica, un atributo o cualidad divina. Eso eran los neterú: señales visibles de lo invisible.
Venerar estos atributos era parte esencial del culto egipcio, porque a través de ellos se escribían plegarias, se construían templos y se orientaba la vida espiritual. No se trataba de múltiples dioses, sino de múltiples formas de acercarse al mismo Dios, de reconocer sus múltiples cualidades en el mundo que los rodeaba.
La idea de que Egipto fue un estado con miles de dioses carece de fundamento lógico si se considera que esa diversidad habría impedido la unidad política y religiosa del país. Los neterú no eran más que representaciones simbólicas del único Dios, ideogramas de lo divino antes incluso de la invención de la escritura.
Dado que Dios es irrepresentable en su totalidad, cada uno de sus atributos —poder, clemencia, sabiduría, victoria, etc.— era simbolizado mediante una imagen, animal o personaje. Así, el toro representaba la fortaleza de Dios; Osiris, su clemencia y poder sobre la vida y la muerte; el halcón, su soberanía sobre la tierra y el cielo; Amón, el Oculto, el aire, su capacidad para vencer en la batalla. Reuniendo estos atributos, se creaba una visión más completa del Ser supremo.
Estas imágenes eran figuras sagradas, no ídolos en el sentido de adoración de entidades separadas. En realidad, los “dioses” egipcios eran nombres, atributos y cualidades del único Creador. Como hoy en día representamos la paz con una paloma blanca, los egipcios representaban al Creador con el halcón, el toro o la flor de loto, dependiendo del aspecto divino que deseaban invocar o celebrar.
Por eso, al leer sobre Egipto, deberíamos sustituir las palabras «dios» o «dioses» por expresiones como “figura sagrada”, “representación de un atributo divino” o “manifestación simbólica del Dios único”.
Cuando preguntamos “¿Quién es Dios?”, en el fondo estamos preguntando “¿Qué es Dios?”. No basta con un nombre. Para comprender a Dios, debemos conocer sus atributos, cualidades y acciones. En la religión egipcia, conocer a Dios significaba precisamente conocer sus neterú, sus múltiples manifestaciones. Y mientras más atributos se conocían, más se aproximaba el creyente al conocimiento divino.
Lejos de ser una religión primitiva o politeísta, el antiguo pensamiento egipcio fue una de las expresiones más elevadas del misticismo monoteísta.
Finalmente, cabe recordar que los templos egipcios no eran lugares de culto público, sino las moradas simbólicas de estas representaciones divinas. Sólo los sacerdotes podían ingresar en ellos, mientras que el pueblo celebraba festividades anuales en honor al atributo correspondiente, al igual que en otras sectas religiosas se celebran fiestas dedicadas a santos o cualidades divinas.
Samir Hiweg